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LAS BIOGRAFÍAS de las CIENTÍFICAS

LAS BIOGRAFÍAS de las CIENTÍFICAS

En la historia de la ciencia de más amplia transmisión, las biografías se presentan estrechamente ligadas a la cuestión de la autoría y la "prioridad de descubrimiento", aspecto que les da una relevancia particular. La propia transmisión de las ciencias se encarga de resaltar los nombres, la labor realizada y el conjunto de circunstancias que rodearon la vida de los científicos que hicieron planteamientos o descubrimientos interesantes. Sus nombres y algunos otros datos permanecen ligados a leyes, principios y teorías que constituyen contenidos obligados en el aprendizaje y enseñanza de las ciencias. Sin entrar a discutir cuál pueda ser el valor pedagógico de tales datos, podemos asumir que forman parte de nuestra cultura general y de nuestra formación científica, y que están presentes, por tanto, en nuestra forma cultural y personal de concebir el mundo.

Para muchas personas que se acercan a las ciencias, las biografías producen un efecto de empatía, de acercamiento entre quienes estudian un tema y quienes lo estudiaron con anterioridad. De esta misma empatía nace a veces la investigación biográfica. La pasión compartida por el objeto de estudio nos pone en relación con personas distantes en el tiempo, que se hacen entonces cercanas y necesarias. Mas teniendo sólo a mano la historia oficial que la ciencia transmite, la posibilidad de compartir nuestra pasión está bastante limitada, casi exclusivamente, a personas de sexo masculino. Los nombres y biografías de las mujeres científicas no aparecen con demasiada frecuencia, no en la medida de su existencia y aportaciones. Esto, sin que sea novedad decirlo, es una novedad para cada generación de estudiantes de ciencias. Así, durante el proceso de formación científica se transmite una potente imagen de masculinidad, dominante cuando no exclusiva. Una imagen que es percibida con claridad por las niñas y niños y a la que progresivamente se acostumbran las jóvenes, siendo así un importante elemento pedagógico para mantener las condiciones de dominancia masculina.

La imagen de masculinidad que la historia nos proporciona de la ciencia es una fuerza poderosa para su  autoperpetuación. Milagros Rivera (1998) alude a esta imagen en el prólogo al libro "Autoridad científica, autoridad femenina" con las siguientes palabras: "El mundo de la ciencia moderna y contemporánea, el mundo que nace con el Humanismo y el Renacimiento, ha sido descrito en nuestra época como un mundo sin mujeres". La imagen que la historia de la ciencia nos viene proporcionando es bastante parecida a la de una fotografía o un listado de un cuartel de soldados. Podemos percibir su impacto de una forma visual utilizando algunas fotografías de los núcleos de investigación de los dos últimos siglos reproducidas en publicaciones de historia de la ciencia. En ellas veremos generalmente grupos de caballeros entre los que a veces se incluyen, en distinta posición y número según lugares y épocas, unas pocas señoras.

Tomemos como ejemplo una fotografía tomada en el  Marine Biological Laboratory (MBL), un laboratorio norteamericano fundado en 1888 donde se enseñaban y practicaban novedosas técnicas de embriología y citología. Fue tomada en 1930, y en ella aparecen, entre otros, T. H. Morgan (1866-1945), considerado "padre" de la genética cromosómica, y Antonio de Zulueta (1885-1971), uno de los principales científicos republicanos españoles. La fotografía aparece reproducida en una artículo biográfico sobre Antonio de Zulueta escrito por su discípulo Fernando Galán, y el pie de foto reza: "El Prof. Antonio de Zulueta en 1930 durante su permanencia en el Laboratorio del Prof. Morgan (...)". La fotografía representa un núcleo exclusivamente masculino de investigadores en un laboratorio dirigido por un eminente científico norteamericano, y encaja a la perfección en la imagen mental que nuestra formación científica nos ha sugerido de la ciencia.

Existen sin embargo otras imágenes posibles del mismo laboratorio. La segunda fotografía fue tomada en 1897, es decir, más de treinta años antes, y en ella aparece Gertrude Stein (1874-1946), que investigó sobre el Sistema Nervioso, formando parte de un grupo de 6 mujeres y 17 hombres. Esta fotografía se encuentra reproducida en la página histórica de la website del MBL actual, en la que podemos leer: "Fundado en 1888, el Marine Biological Laboratory (MBL) de Woods Hole, Massachusetts, fue extraordinario para su tiempo por defender la presencia de mujeres estudiantes de ciencias en igualdad de condiciones con los hombres. En los primeros años, aproximadamente un tercio de las clases de estudios científicos avanzados estaba constituido por mujeres procedentes de muchas zonas del país. Tanto individualmente como formando grupos sociales y educativos, las mujeres fueron esenciales para conseguir aproximadamente la mitad de los fondos requeridos para el establecimiento del MBL". Parece ser, pues, que el MBL era algo más que "el Laboratorio del Prof. Morgan", y que la fotografía anómala para este laboratorio era la tomada durante la visita de Zulueta, ya que en ella quedó excluido ese tercio del personal del laboratorio constituido por mujeres.

Dejando a un lado otras razones que justifican en cada caso la selección de unas u otras fotografías (y, en general, cualquier tipo de imágenes, incluidas las narrativas), no hay duda de que la mirada histórica de quien las selecciona es en cada caso diferente, como diferentes son las ideas que transmiten. Unas ideas que cuando no entran en confrontación con la imagen dominante de la ciencia masculina no requieren explicación, y que sí parecen necesitarla cuando reflejan la presencia de mujeres en la investigación científica "normal". Unas ideas que actúan sobre quien se acerca a la ciencia, ya sea en su proceso de formación, de participación o de estudio histórico, configurando su propia imagen sobre la ciencia.

Numerosas historiadoras y filósofas de la ciencia han descrito ya con precisión los mecanismos de cancelación que la ciencia y su historia utilizan -con gran éxito- para hacer invisibles a las mujeres. Las distintas aportaciones, con perspectivas diversas, constituyen hoy un cuerpo de conocimiento importante, que nos permite saber que no son los nuestros los primeros intentos de estudiar o recordar a mujeres científicas, así como no son las de ahora las primeras jóvenes en intentar una carrera científica. Y también que, tanto las historiadoras de la ciencia como las científicas, seguimos necesitando reconocer una genealogía de mujeres que desarrollaron actividades científicas.

Se acusa a veces a quienes reconstruyen las biografías de las científicas de una exaltación de sus aportaciones, aduciendo que esta reconstrucción no está justificada, en la mayoría de los casos, por unas contribuciones "exitosas", es decir, refrendadas y laureadas por la comunidad científica. Hay en estas acusaciones cierta perversión, pues es obvio que no pueden encontrarse refrendo y laureles de la comunidad científica donde se ha decidido que no los haya. La exclusión explícita e implícita de las mujeres de las Academias y Sociedades científicas, de las plazas docentes o investigadoras de la universidad, de las convocatorias de premios, etc., da cuenta por sí misma de que los referentes utilizados para medir la importancia de los descubrimientos presentan un sesgo difícil de ocultar. Tenemos que decir, además, que utilizando otros referentes internos de la comunidad científica -pues como es sabido, los referentes externos no tienen cabida en esta comunidad- encontramos criterios según los cuales queda demostrada la excelencia de muchas científicas, así como abundantes casos en los que ha sido necesaria la exclusión explícita para que permanecieran ignoradas. Estos referentes pueden ser los expedientes académicos brillantes, las plazas obtenidas por concurso-oposición, las primeras publicaciones de observaciones o descubrimientos, o la trascendencia social de los resultados de la investigación -criterios utilizados a menudo para justificar la selección de otros sujetos tomados como objeto de investigación histórica. Utilizando estos criterios, la historia "normal" de la ciencia tendría que incluir un buen número de nombres femeninos que hasta ahora no aparecen. La historia de la ciencia sigue incompleta, por los mismos motivos que la ciencia lo está.

La recuperación de los nombres, la labor realizada y el conjunto de circunstancias que rodearon la vida de aquellas mujeres que hicieron planteamientos o descubrimientos científicos tendría la misma justificación que todas las biografías científicas, y debería encontrar un sitio en la historia normal de la ciencia. Pero, además, la experiencia de aquellas que se han dedicado al quehacer científico importa, particularmente, a las mujeres que desean dedicarse al quehacer científico. Para nuestras científicas y para las del futuro -pues, a pesar de todo, las habrá-, las biografías de las científicas contribuyen a combatir el sentimiento de ajenidad y de orfandad que a menudo experimentan. Y más aún: conocer la competencia científica de ciertas mujeres del pasado, reconocer autoridad científica en una mujer, produce un efecto de autorización de una misma en cuanto a la propia competencia científica. Produce un cambio en el referente de autoridad. Como escribió Montserrat Cabré en "Mujeres científicas e historias científicas" (1996): la historia puede ser "una mediación necesaria para dotarse de autoridad reconociéndosela a otras".

Referencias:

Hipatia. Autoridad científica, autoridad femenina. Madrid: horas y Horas; 1998 (título original: Autorità scientifica autorità femminile. Traducción de Laura Trabal Svaluto-Ferro, presentación y revisión de María-Milagros Rivera Garretas).

Cabré i Pairet, M.(1996). Mujeres científicas e historias "científicas". Una aproximación. En: Ortiz Gómez, T., Becerra Conde, G. (eds.). Mujeres de ciencias. Mujer, feminismo y ciencias naturales, experimentales y tecnológicas. Granada: Universidad de Granada; 1996, p. 31.

12 comentarios

iiiiiiiituuu -

Rosalind Elsie Franklin (25 de julio de 1920 en Kensington, Londres – 16 de abril de 1958 en Chelsea, Londres) fue una biofísica y cristalógrafa inglesa autora de importantes contribuciones a la comprensión de las estructuras del ADN, los virus, el carbón y el grafito. A Franklin se le recuerda principalmente por la llamada Fotografía 51, la imagen del ADN obtenida mediante difracción de rayos X, que sirvió como fundamento para la hipótesis de la estructura doble helicoidal del ADN en la publicación del artículo de James Watson y Francis Crick de 1953,[1] y tras su publicación constituyó una prueba crítica para la hipótesis.[2] Más tarde, lideró varios trabajos pioneros relacionados con el virus del mosaico de tabaco y el poliovirus. Falleció en 1958 a causa de bronconeumonía, carcinomatosis secundaria y cáncer de ovario, minutos antes de que su último informe fuera leído en la Faraday

maria -

LAS CIENTIFICAS SON MUY BUENAS PERSONAS Y NO SE LES TOMA EN SERIO

Generic Levitra -

Wow…I am bowled by your level of knowledge. I am so impressed. I think you have got a deep insight into this topic. Could not think on those lines ever…I think you are gifted…keep going. Thumbs up!

juliana -

es la verdad no encontre lo q queria q rabiaaaaaaaaaaaaaaaaaa
no hy nada

jazmin -

las mujeres al igual que los hombres han destacado mucho y que bien que las tomen en cuenta

Danny -

Yo tampoco encuentro lo que necesito.

karelii -

aii no encontre lo ke kleriaa ashhhhh los odioo aora no encontre mi tarea!!!!·$%&··$%%&%$$$$@@@@##~"··$$%%&&//(&(/)=)

karann -

biografis de la mujeres cientificassssss

nataly herrera cotera -

quier cientificas peruanas con su descricionj

paula -

feo

ines -

esta super que hablen de las mujeres cientificas casi nadie las toma en cuenta y en realidad son muy importantes en la ciencias
fue un super gustaso escribir para ustedes
PD: GRACIAS POR TOMAR EN CUENTA ALAS MUJERES
INESITASALAS

luis a cha ndeck a -

Encuentro que las mujeres atraves de los siglos,han sido discriminadas de manera absurda.La propia Hipatia,fué víctima de la persecución de la incipiente iglesia;además,como si fuera poco,ha persistido en su sectarismo con la exclusión de las mismas en el alto engranaje del vaticano.Dando grandes saltos en la historia,tenemos a Mileva-esposa de Einstein-fué una luchadora para imponerse en la universidad para abrirse paso.Para lograrlo,utilizó sus grandes dotes de matemáticas y física.Ayudó a su esposo en las revisiones de los cálculos;no obstante,nunca ha sido nombrada en las glorias del genial Einstein.Felismente,hoy día,se le está integrando a los logros no sólo de las ciencias,sino además,en las otras ramas del saber.Espero que el progreso del mundo,sea más justo con el importante aporte de la mujer.